Coleccionar puede dar sus frutos. ¿Por qué no guardaste esto? Una donación, una venta o peor aún, directo a la basura. Eso es lo que podría hacerte creer la clásica historia de un ser querido que alguna vez tuvo una colección de tarjetas, sellos o discos de vinilo de hockey sobre césped que hoy valdrían una pequeña fortuna.
¿Quién podría haber predicho que algunos de estos artículos valdrían mucho hoy? Sólo una minoría de coleccionistas. Aquellos afortunados que conservaron estos objetos durante tanto tiempo lo hicieron por pasión y no por dinero.
El retorno potencial de la inversión
Desde un punto de vista estrictamente financiero, una recaudación no es una buena jugada. Un estudio realizado por economistas ha intentado medir el retorno de la inversión de las colecciones. Muestra que la mayoría de los objetos de colección tienen un rendimiento menor a corto plazo que las acciones. El estudio también muestra que los cobros son más riesgosos a largo plazo que los activos financieros.
Es posible que sea necesario considerar el factor de depreciación en este caso. La mayoría de los objetos de colección deben almacenarse, mantenerse y protegerse para evitar daños. Con el tiempo, todo esto se suma a los costos. Por eso la planificadora financiera Sophia Bera recomienda invertir menos de 1% de su cartera en cobranzas. Más allá de eso, afirma, “el riesgo es demasiado alto.
¿Es arriesgado?
Coleccionar implica cierto riesgo, es cierto. A diferencia de los mercados financieros, ninguna autoridad regula las cobranzas. Es un desafío obtener recursos y ayuda en caso de problemas (fraude, robo, accidentes, etc.). Recientemente, a un entusiasta del hockey sobre césped que vive en Saskatoon, Saskatchewan, Aron Gratias, le robaron artículos de su colección privada. Su unidad de almacenamiento contenía artículos de Wayne Gretzky por valor de miles de dólares: 19 chalecos autografiados, 10.000 tarjetas de hockey sobre césped, fotografías, figuritas y más. Lo que impresiona es su distanciamiento financiero. Ni siquiera puede poner precio a su colección. Para él, todo son recuerdos de su juventud y su pasión por la cultura del hockey sobre césped.
¿Por qué coleccionar?
El desinterés financiero de Gratias es que los coleccionistas tienen otras motivaciones además del dinero. En una encuesta a gran escala entre coleccionistas, sólo 22% dijeron que la inversión financiera era el objetivo principal de su colección. Entonces, si el dinero no es la única motivación de los coleccionistas, ¿cuáles son las demás?
Bienestar psicológico
Coleccionar se siente bien. Añadir una pieza nueva a tu colección es una sensación muy satisfactoria. ¿Cómo sucede? Hay explicaciones psicológicas. En primer lugar, el psicólogo Christian Jarrett sugiere en The Guardian que “coleccionar sería una forma de mostrar a los demás nuestra capacidad para acumular recursos”. ¿En realidad? Sí. Jarrett señala que “nuestro deseo de coleccionar se remonta al año 12.000 a.C. Esto fue posible cuando nuestros antepasados pasaron de un estilo de vida nómada a uno sedentario.
En segundo lugar, la psicóloga Joéline Andriana menciona en un artículo sobre la obsesión por las colecciones que se debe a nuestro deseo de tener control sobre el mundo. ¿Por qué? Porque según la Dra. Andriana, nuestra colección nos permite crear la ilusión de un mundo perfecto. El peligro de este enfoque es que puede conducir a la obsesión”, advierte. Una vez allí, puede afectar a la persona, la familia y las finanzas”.
En tercer lugar, según la doctora Andriana, el deseo de coleccionar estaría motivado por la búsqueda de recuerdos y momentos felices relacionados con una persona, un contexto o un tiempo. Puede explicar la moda por coleccionar juguetes viejos, artefactos de películas o artículos de celebridades. Suelen estar muy ligados a la infancia, a un momento feliz o a alguien importante para nosotros.
La búsqueda de la felicidad
El filósofo y escritor italiano Umberto Eco escribió que “al verdadero coleccionista le interesa más la búsqueda que la posesión”. Por eso, el viaje de coleccionismo también supone un gran placer. Es lo que sostiene el psiquiatra Robert Neuburger en un artículo sobre el fenómeno del coleccionismo.
Según él, “coleccionar no es ni un comportamiento patológico ni una enfermedad. ¡Incluso se podría decir que es un tratamiento en sí mismo! La prueba es que muchos coleccionistas se deprimen cuando terminan una colección. Pero todo lo que tienen que hacer es empezar uno nuevo y la depresión desaparece.
Compartiendo tu pasión
Steve Sansweet, fan retirado de Star Wars, ha coleccionado alrededor de 500.000 artículos de Star Wars a lo largo de su vida. En 2011 decidió comprar un rancho en el norte de California para convertirlo en museo. Fue en 2013 cuando el Libro Guinness de los Récords le otorgó el premio a la colección de Star Wars más extensa del mundo.
Lo que comenzó como una simple pasión se convirtió en una carrera para Sansweet. Hoy, Rancho Obi-Wan es una organización sin fines de lucro. Da la bienvenida a miles de visitantes de todo el mundo para ver la colección de Sansweet. Más allá de su colección, su enfoque humano, social y educativo inspira a diferentes generaciones.
Preservando la cultura
Durante su conferencia TEDx en Montreal, Alexis Charpentier, un amante de la música, habló sobre cómo coleccionar discos de vinilo ayuda a preservar la cultura musical. Puso como ejemplo el descubrimiento temporal del vinilo por parte del pianista de jazz Henri-Pierre Noël de un coleccionista en una tienda de segunda mano de Montreal. En 1979, el artista quebequense nacido en Haití hizo producir 2.000 copias de su álbum sin mucho éxito. Noël cambió su carrera y su música quedó en el olvido.
Asombrado por su hallazgo, el coleccionista contactó con el pianista y llevó su vinilo a una productora (Wah Wah 45) para una reedición. Cuando se publicó, el disco fue aclamado por la crítica. La emisora de radio inglesa BBC lo describió como inaudito por su estilo disco orgánico y funky. Ya fallecido, Henri-Pierre Noël dedicó el resto de su vida a su música e incluso actuó para Radio-Canada.